Paul Clouet

Pocos vinos en el mundo consiguen evocar el mito del buen beber y del disfrute como el champán. Un producto con el que los franceses, demostrando una vez más que saben hacer equipo a nivel nacional, se confirman en todos los mercados mundiales más importantes, alimentando el mito de la burbuja como complemento ideal de diversos momentos, desde el aperitivo hasta la gran celebración inolvidable. Entre las numerosas Maisons de Champagne que se pueden encontrar hoy en esta región vitícola, desde las grandes bodegas "Négociant Manipulant" hasta las más pequeñas "Récoltant Manipulant", es interesante detenerse en la empresa Paul Clouet, cultivador y productor fundado en Bouzy en 1907.

El terruño de Bouzy está formado por viñedos de unas 380 hectáreas, situados en su mayor parte en la vertiente sur de las montañas que rodean Reims, caracterizados por un suelo especialmente calcáreo y particularmente apto para el cultivo de la pinot noir. Es aquí donde la bodega Paul Clouet, hoy propiedad de Maire-Thérèse, nieta del fundador Paul, tiene sus raíces: se extiende sobre unas 6 hectáreas, repartidas en quince parcelas todas ellas dentro del Grand Cru de Bouzy, donde se cultivan principalmente pinot noir, pinot meunier y, en aproximadamente media hectárea, chardonnay. Las viñas tienen una edad media de unos 25 años y cada cosecha se producen entre 50.000 y 60.000 botellas, repartidas entre seis etiquetas. Generación tras generación, la Maison garantiza siempre un altísimo nivel de calidad, que se aprecia tanto en los vinos más sencillos y simples, como el Brut "Sélection" o el Rosé, como en las grandes etiquetas, sobre todo la cuvée "Prestige" y los vinos de añada, testimonio de que cada una de las fases de producción se sigue siempre con sumo cuidado.

Se producen muy pocas botellas y muy pocas veces se encuentran productos tan intrínsecamente artesanales y expresivos de un terruño: razón de más para no perderse la oportunidad de degustarlos.