En 1997 Yunmani Bergamasco decidió seguir su pasión y, recién licenciado en Agraria y gracias a las enseñanzas de su abuelo, empezó a cultivar la vid. Estamos en Cervignano de Fiuli en una zona con un gran potencial vitícola gracias a la cercanía con el Mar Adriático y a la vez con los Alpes, dos elementos naturales que consiguen mitigar las temperaturas, que aquí no son nunca demasiado frías o demasiado cálidas.
El compromiso de Yumani para respetar los ecosistemas delicados de cada viña ha llevado a la empresa a obtener la certificación de conformidad agro-climática-medioambiental que se ve reflejada en las etiquetas con el sello de la abeja.