Cantina Mesa se fundó en 2004 gracias a una intuición del famoso publicista de origen sardo Gavino Sanna. El nombre, que en español significa "mesa", representa perfectamente la idea que está detrás de su nacimiento: un lugar de convivencia, sencillez y amor por una tierra maravillosa, que es Cerdeña y, en particular, la hermosa zona de Sulcis Iglesiente. Es en estos valles, caracterizados por suelos arenosos, donde nacen vinos de gran carácter y luminosidad, a partir de las variedades de uva más típicas de la zona: carignano, cannonau y vermentino. En el corazón de la zona del Sulcis, Cantina Mesa cuenta hoy con 73 hectáreas de viñedo -66 de las cuales son propias- en las que las cepas están conducidas según el sistema alberello o de cordón espolonado. Aquí llegamos a Sant'Anna Arresi, donde nos encontramos con una estructura cándida, insólita y minimalista, rodeada de suaves laderas y silueteada contra el verde matorral mediterráneo, como para crear un contraste ideal con el territorio que, en cambio, se exalta y realza en sus vinos en todos los matices.
A continuación, se abren las puertas para descubrir los aproximadamente 5.000 metros cuadrados, repartidos en tres niveles y dispuestos de tal forma que uvas y vino puedan ser tratados con el máximo respeto y especial cuidado: nada de bombas mecánicas, por tanto, sino movimientos que se producen a través del principio de "caída natural". Por último, el proceso de envejecimiento, que se lleva a cabo en el sótano de la bodega. Así nacen todos los vinos etiquetados Mesa, con nombres cargados de significado como "Buio", "Giunco", "Buio Buio" y "Opale", para seguir con todos los demás. Vinos territoriales, integrales, precisos, fiel expresión de una región que, en cuestión de vinos, no tiene rival.