A finales del siglo XIX, las primeras viñas de la familia comenzaron a producir champán. En aquella época, el pueblo de Bonneil ya era famoso por sus vinos blancos, especialmente apreciados por los nobles y aristócratas de París y sus alrededores. Al principio, Marcel Marteaux (abuelo de Guillaume) se dedica a la viticultura. Después, se convierte en ganadero durante casi 20 años. Marcel y su suegro: Gilbert Renard tejen una relación maravillosa. Inseparables, trabajan juntos y amplían su negocio de viticultura. Día tras día, transmiten su pasión por el trabajo de la tierra a Joël Marteaux: hijo de Marcel y padre de Guillaume. Más tarde, Joël Marteaux y su esposa, Catherine, reciben la influencia de su hijo Guillaume y su estímulo de independencia: en 1996, deciden producir su propio champán 100% artesanal y se convierten en récoltants manipulants. En 2003, tras sus estudios de enología, Guillaume se hace cargo, paso a paso, de una parte de la propiedad familiar. Nuestro viñedo es ahora de casi 8 hectáreas; Guillaume ha utilizado diversas habilidades y su espíritu emprendedor natural para desarrollar y hacer florecer la finca.
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