Jean y Agnès Foillard se hicieron cargo de la propiedad de su padre en 1980. La mayor parte de sus viñedos están plantados en la Côte du Py, la famosa ladera a las afueras de la ciudad de Villié-Morgon y orgullo de Morgon. Estos suelos de granito y esquisto descansan sobre un cono aluvial en el punto más alto de la localidad y este suelo confiere una gran complejidad a los vinos. En sus inicios, Jean empezó a seguir las enseñanzas de Jules Chauvet, un tradicionalista que desafiaba a todas las marcas más comerciales de la región. Jean y otros tres viticultores locales, Marcel Lapierre, Jean-Paul Thévenet y Guy Breton, pronto se unieron al grupo. Volvieron a las antiguas prácticas de vinificación y viticultura: partir de cepas viejas, sin utilizar herbicidas ni pesticidas sintéticos, vendimiar tarde, seleccionar quedándose sólo con los racimos más sanos, añadir dosis mínimas de anhídrido sulfuroso o ninguna, y rechazar tanto el azucarado como la filtración. El resultado final permite que Morgon se exprese de forma natural, como debe ser, sin los aromas a chicle y plátano de otros Beaujolais disponibles en la actualidad. Su estructura rústica, sus notas especiadas y su columna vertebral mineral son las verdaderas características de Morgon.
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