Jacques Selosse

En 1980, Anselme Selosse se hizo cargo de la bodega de su padre Jacques Selosse con la inestimable ayuda de su esposa Corinne. La empresa posee unas 7 hectáreas, la mayoría de ellas de Chardonnay Grand Cru en las comunas de Avize, Cramant y Oger, un viñedo de Pinot Noir Grand Cru en Aÿ y otro en Ambonnay. La producción anual total es de unas 45.000 botellas. Cada dos años se inyecta en sus suelos un compuesto orgánico para potenciar el terruño. Cada primavera y otoño, Anselme Selosse trabaja el suelo para hacerlo ligero y poroso y permitir así un mejor paso del agua. Las plantas se mantienen bajas con un rendimiento inferior a 2/3 del rendimiento medio en Champaña. Las defensas inmunitarias de la vid se estimulan de forma natural, sin recurrir a tratamientos químicos. Tras el prensado tradicional, el mosto se introduce en barricas para la fermentación, que comienza sin la adición de levaduras seleccionadas y tiene lugar con batonnage semanal durante el periodo invernal y mensual durante el verano. Este proceso continúa de forma natural sin ninguna intervención y a veces se prolonga hasta julio. La fermentación maloláctica está contenida, la acidez natural del vino no se neutraliza ya que los abonos no contienen potasio mineral y nunca se realiza ninguna filtración. Anselme Selosse afirma que su papel no es estandarizar el sabor, sino contar la historia de sus viñedos respetando la vocación del vino y del suelo. Por eso no utiliza levaduras seleccionadas durante la fermentación y prefiere la fructosa de uva pura para la dosificación en el dégorgement. Estas dos particularidades, propias del Champagne Jacques Selosse y de algunos otros productores, garantizan un sabor que realza las características de la parcela en la que se cosecharon las uvas.