Desde 1977, Marolo captura el espíritu del territorio destilando grappas de las mejores variedades de uva italianas, valorizando, en particular, el extraordinario patrimonio varietal de las Langhe, Roero y Monferrato, territorios hoy reconocidos como Patrimonio de la Humanidad. Marolo representa el espíritu del territorio, la fidelidad a sus variedades de uva más nobles, transformadas en grappas que valorizan sus características naturales. La destilación se realiza mediante alambiques discontinuos al baño maría, uno para el orujo blanco y otro para el tinto: pequeñas cantidades y tiempos muy largos, que respetan la materia prima y le confieren una noble personalidad. Marolo tiene su sede en Alba, capital de las Langhe, uno de los principales distritos vitícolas del mundo en cuanto a variedad de cepas y calidad enológica. Las colinas de Langhe ofrecen algunos de los tintos más prestigiosos, como Barolo, Barbaresco, Barbera y Dolcetto. Pero también importantes blancos como el Roero Arneis, el Gavi y el aromático Moscato d'Asti. Marolo toma prestada su idea de la grappa de este extraordinario paisaje y de su increíble riqueza y variedad de cepas. No un producto industrial neutro y estandarizado. Sino un destilado capaz de contar la historia de la vid de la que procede, de realzar los aromas típicos de la variedad, de expresarse con un carácter único y personal, siempre trazable a su territorio de origen.
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