La bodega trabaja alrededor de 14 hectáreas de viñedos con diversas variedades de uva, predominantemente Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier situados entre 260 y 310 metros sobre el nivel del mar en suelos compuestos de piedra caliza, arcilla y arena. En el viñedo no se utilizan productos sintéticos, sino sólo pequeñas cantidades de cobre y azufre cuando es necesario. Las uvas se vendimian con una escrupulosa selección manual y se transportan en cajas a la bodega. La fermentación es espontánea utilizando levaduras autóctonas en todas las fases. La larga permanencia en las levaduras y el degüelle manual "à la volée" hablan del largo y laborioso trabajo que Casa Caterina realiza para regalar emociones a todos los consumidores. Casa Caterina es el símbolo de un territorio de vinos espumosos que aproxima su propio ideal productivo al de los pequeños récoltant-manipulants de allende los Alpes, con la voluntad de alejarse de los esquemas canónicos de la producción media italiana para generar vinos de gran complejidad y estructura, destinados a encontrar el favor del tiempo tras largas evoluciones. Estamos en Monticelli Brusati, uno de los municipios que forman parte de la normativa del método clásico en Lombardía, pero a la familia Del Bono no le interesa este reconocimiento "restrictivo", quiere expresar su forma de hacer vino en libertad.
Información sobre Casa Caterina