Bruno Broglia, antes de comprar La Meirana, había reformado una villa en Gavi para pasar unas vacaciones en el campo. La obra había sido encargada a los mejores arquitectos de la época: Luigi Vietti se encargó de los interiores, mientras en esos mismos años diseñaba lo que sería la Costa Esmeralda; Pietro Porcinai, paisajista de fama internacional, creó el jardín que domina el pueblo medieval de Gavi, con unas vistas únicas en la zona, y con un viñedo dentro del límite que da nombre a la Gavi Villa Broglia.
Una vez terminada la casa, comenzaron las obras en los terrenos de La Meirana para nuevas plantaciones de viñedo y mejoras. En 1974 la propiedad fue arrendada a su hijo Piero y ese mismo año se concedió la DOC Gavi y se embotelló el primer vino con la marca Broglia. Tras la muerte de Bruno Broglia, en 1983 se construyó la nueva bodega según un diseño de Vietti y se ampliaron los terrenos del viñedo. Inmediatamente se empezó a colaborar con el profesor Lanati, miembro de la OIV, y con el asesoramiento del profesor Eynard, se mantuvo el sistema tradicional de plantación Guyot. A finales de los años 90, el éxito de Gavi en los mercados internacionales impuso la necesidad de duplicar el espacio de la bodega y completar las plantaciones de viñedo para llegar a las 65 hectáreas actuales de las 100 que se poseen. Hoy, el nombre milenario de Meirana está gestionado por la tercera generación de la familia Broglia con Roberto y Filippo, hijos de Piero que, como diputado en la XII legislatura, participó en los trabajos de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados y fue durante dos mandatos Presidente del Consorcio para la Protección del Gavi, y por Bruno, hijo de Paolo que, además de dedicarse al negocio textil, siempre ha seguido el desarrollo de Meirana.
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