La primera bodega se remonta a 1883 y fue construida en Soave, una localidad medieval en el sureste de Verona, por Abela Bolla, el dueño del mesón "Al Gambero".
Su espíritu pionero y su gran voluntad permitieron la creación de la primera finca familiar. En casi medio siglo de actividad, la familia Bolla consiguió exportar a más de diez mercados diferentes después de la segunda guerra mundial. El 13 de abril de 1953, cuando Alberto Bolla cumplió 80 años, los hijos y los nietos le dieron una sorpresa al abuelo: Amarone Bolla Riserva del nonno, añada 1950. Fue, precisamente, a partir de esta buena intuición que empezó la suerte del Amarone, que es el emblema por excelencia del territorio de Valpolicella. De hecho, los hermanos Bolla fueron los primeros en comercializar este vino.
"Orgullo del pasado, pasión por el futuro", he aquí el lema de la familia Bolla que resume perfectamente el respeto por la tradición y el empuje hacia la innovación, requisitos indispensables para poder conservar la calidad a lo largo del tiempo de acuerdo con las necesidades del consumidor. Mientras tanto, también el mundo del cine contribuyó al éxito de los vinos Bolla en los años de la Dolce vita.
Entre 2006 y 2009 Gruppo Italiano Vini se hizo con la bodega llevando adelante la producción de los vinos Bolla y convirtiéndose en el distribuidor de la marca en todo el mundo. Hoy en día se conservan los valores originarios y la filosofía de la familia Bolla, interpretando los conceptos de calidad y de excelencia que hacen de Bolla una bodega con un gran presente y una gran alma.