La bodega de la familia Bera se encuentra en Piamonte, en las Langhe, entre Alba y Asti, en la carretera que va de Barbaresco y Neive hasta Neviglie, un rincón del territorio ligado a la vid por una tradición que no conoce límites, aunque no escatime en bosques donde nace la trufa blanca de Alba. La tradición vitícola de la familia es centenaria, mientras que sólo a finales de los años setenta comenzó a elaborar vino para embotellar y vender directamente con su propia etiqueta; la empresa se extiende ahora por una superficie de 30 hectáreas, de las cuales más de 23 están plantadas de vid, extendiéndose a los municipios vecinos. Desde cómo la describía el "Gran" Luigi Veronelli hasta hoy, algunas cosas han cambiado: los viñedos y la gama de vinos se han ampliado, la bodega se ha modernizado y, además de Valter y Alida, una nueva generación, Umberto y Riccardo, ha aparecido en la escena de la empresa.