Corría el año 1860 cuando Paolo Segnana, de Borgo Valsugana, construyó una de las pocas destilerías móviles de la historia. Instaló los alambiques en un carro tirado por caballos y empezó a viajar de valle en valle, de granja en granja, trabajando el orujo recién prensado. La grappa debía destilarse en las veinticuatro horas siguientes al prensado de la uva, tal y como exigían las estrictas leyes del Imperio Austrohúngaro. En 1982, Segnana pasó a manos de la familia Lunelli, productora del burbujeante Ferrari. La grappa Segnana se elabora en parte con orujo obtenido del prensado suave de las uvas con las que se fabrica Ferrari, ricas en mosto y aromas. La brevedad del recorrido desde el prensado de la uva hasta los alambiques permite que el orujo no pierda nada de su fragancia original, la plenitud de sus aromas ni la intensidad de sus sabores. El sistema de destilación es, según la tradición trentina, estrictamente discontinuo al baño maría, pero enriquecido con innovadores dispositivos técnicos fruto de la larga investigación llevada a cabo por el maestro destilador de Segnana en colaboración con la Fundación Edmund Mach de San Michele all'Adige.
Único y extraordinariamente eficaz es el sistema de almacenamiento del orujo mediante depósitos subterráneos con juntas hidráulicas, igualmente único y amparado por una patente especial es el sistema de redestilación del flemme, que puede adoptarse en años particulares, permitiendo sublimar sólo la parte más pura del orujo. Una vez destilada, la grappa reposa y madura durante unos meses en cubas de acero, embelleciéndose con elegancia, suavidad y armonía.
Información sobre Segnana (Gruppo Lunelli)